lunes, 2 de abril de 2012

Octubre.

Fue ese corazón pintado en el suelo.
No fue lo único,
pero formó parte de ello.

Fue la lucha del amarillo contra el azul de hacía 60 años.
Y ese balcón.

Fue una huída,
un destierro,
un infierno
y un acierto.

Fue la suerte,
y su oponente.

Y fue la luz
y los colores.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Las palabras al viento...

Crea la risa y el llanto,
cuida y protege como un manto,
hiere y daña .
Su voz aterciopelada,
sus palabras calmadas,
su amor repartido en cada detalle.
Y la tempestad de sus gritos,
de las miradas de rabia y las palabras de hielo.
Ese humo gris lo invade todo.
Todo.
¡Sin ni siquiera ser consciente!
Arrasando y dañando todo lo que quiere,
lo que ama.
Lo que añora.
Pero,…
No piensa.
No sabe.
No ríe, ni vive, ni cree.
Y no escucha,
no mira.
Se lleva la alegría.
¡Sin ni siquiera saberlo!
Y trae rabia,
e ira.
Trae tormentos y pensamientos.
Y lamentos.
¡Viene! Y agota la paz,
agota hasta al alma.
Lo invade todo.
Cada recoveco,
cada línea del iris,
cada respiración.
Antes...

Antes era humo de colores...

sábado, 10 de septiembre de 2011

El renacer de entre las cajas.

No me da tiempo a contar los días.

Voy tan rápido que no me da tiempo a mirar atrás.

Hago y deshago mi mundo llenando cajas,

metiendo las antiguas en las nuevas...

Sé que no puedo respirar y, sin embargo,

respiro más que nunca.

Sé que no sé nada

y que no me importa.

No me importa gritarle al mundo.

Ni decir que estoy cansada.

No me importa vivir mis ganas.

Me da igual el mes de julio y lo que quede por venir.

Los miedos y las dudas,

se han convertido en cojines donde apoyar la cabeza.

Donde respirar.

Se han convertido en mis ganas,

en mi fuerza...

Los miedos y las dudas...

Y no necesito a nadie.

Sólo yo.

Yo y mis cajas.

lunes, 1 de agosto de 2011

El verde de los árboles brilla más si el cielo está grisáceo.
En la vida, ocurre lo mismo.

lunes, 11 de julio de 2011

Y si todo pudiera comenzar... La vida...

Elegancia sutil.
Mirada decidida.
Cabeza alta.
Y una gran sonrisa.
Es hora de volver a intentarlo.
De luchar con ganas por lo que se quiere.
Es hora de tener la fuerza suficiente para aceptar las cosas que no te gustan y,
de momento,
no puedes cambiar.
Es hora.
Empieza lo bueno.
Empieza la lucha.

jueves, 23 de junio de 2011

Tardes de verano...

A veces la calma invade tu cuerpo.
Y la tranquilidad que sientes, te inunda.
Respiras.
Tu pecho se hincha y al soltar el aire, al abrir los ojos,
ves tu piel morena, de un dorado oscuro.
Piel vital…

Es el verano.

El verano pacífico y ardiente.
Y ese constante sonido que producen los grillos.
Aunque eso, es un recuerdo.
En la ciudad hay pocos.
Y la brisa suave, que empieza a ser más fresquita.

A veces paralizaría el tiempo en estos ratos de paz.
En el gozo de algo tan visto y tan poco disfrutado, tan poco sentido.
Las tardes de verano.